El asma es una enfermedad crónica, es decir, una enfermedad de largo plazo. La cual hace que los tejidos de las vías respiratorias se inflamen y los músculos que las rodean pueden apretarse, dificultando la respiración.
Sin embargo, para establecer que existe esta enfermedad siempre es necesaria
la valoración de un médico.
Algunos de los mitos en torno al asma son:
No es posible realizar ejercicio o alguna actividad física que requiera esfuerzo.
Si se diagnostica a un niño la enfermedad desaparecerá cuando crezca.
El asma se presenta solamente en temporada de frío.
No es un padecimiento real y que se debe a cuestiones psicológicas.
Es contagiosa.
El asma está considerada como uno de los padecimientos no transmisibles con mayor frecuencia en la población. Si se diagnostica correctamente, se tienen los cuidados necesarios y el tratamiento adecuado, el asma no es un impedimento para realizar todo tipo de actividades, incluyendo deporte y tener una vida prácticamente normal. Hay que señalar que aunque el asma esté controlada existen diversos desencadenantes que es importante reconocer para evitar exponerse a ellos y por ende, reacciones severas.
Dentro de los factores desencadenantes más comunes
que se pueden encontrar en el hogar están:
El humo de tabaco. El asma requiere que quien la padece se encuentre en un ambiente libre de humo de tabaco.
Ácaros del polvo. Se recomienda emplear protectores para almohadas y colchones; evitar los muñecos de peluche; no tener alfombras ni tapices. Lavar la ropa de cama con frecuencia y de preferencia con agua caliente. También es importante evitar el polvo y los ventiladores que puedan hacer que este se disperse en la habitación.
Contaminantes atmosféricos.
Se presenta en áreas urbanas pobladas
e industrializadas y aunque no puede controlarse sí es posible estar atento a los índices de contaminantes. También se debe evitar entrar en contacto con humo de madera, carbón o producto de la quema de pastos o hierbas.
Moho.
Es recomendable eliminar goteras y fugas para evitar la formación de moho. También se recomienda evitar papel tapiz en las paredes y utilizar abonos para plantas que desarrollen mohos y mantener una adecuada ventilación de las habitaciones.
Alérgenos. Existen diversos agentes como:
• Pelo de mascotas. Hay que evitar el contacto directo con ellas, tratar de mantenerlas en el exterior además de mantener la limpieza y cepillado de los animales.
• Cucarachas. El excremento de estos insectos puede generar severas exacerbaciones, se recomienda fumigar para evitar a estos animales.
• Polen. Este se puede presentar en algunas estaciones del año y en lugares en donde hay plantas con floración.
• Agentes químicas. Pueden ser diversos y encontrarse en diferentes productos como insecticidas, perfumes, limpiadores, tintes para cabello, etc. Por lo que si se identifica el agente, quien padece asma debe evitar el contacto con él.
Otros factores.
• Infecciones provocadas por algunos virus como el de la influenza, así como los causantes de enfermedades respiratorias.
• Ambientes fríos, por lo que se recomienda evitar que el paciente respire aire frío.
• Emociones fuertes y situaciones de estrés.
Estas recomendaciones complementan el tratamiento indicado por el médico, no lo sustituyen. Es recomendable que quienes padecen esta patología consulten a su médico.
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Referencias
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